CARTA DE UNA FUNDADORA

Cuando inicie en el mundo del maíz, apenas y comprendía la definición de nixtamal. Mi socia y co - fundadora Erika siempre ha sido una apasionada del maíz y ella fue quien me contagio de la magia que se podía lograr con tan solo volver a lo que se se practicaba hace muchos años por nuestros ancestros.

La primera vez que preparamos tortillas juntas sentí una explosión de sabor, y yo no podía creer que venia de un ingrediente tan sencillo como la tortilla. Desde ese momento ella y yo hemos buscado la forma de llevar a la mesa de los y las mexicanas las prácticas ancestrales que se han ido olvidando con el paso de los años. Queremos revivir las tradiciones, las prácticas y sobretodo alimentar a nuestra gente con un producto de la canasta básica que no perjudique su salud.

No queremos echarle tierra a nadie ni clasificar nuestras tortillas y productos por encima de otras marcas o proveedores. Somos fieles creyentes de que la luz sale para todos. Somos dos personas que buscamos transmitir lo que nosotras mismas aplicamos día con día en nuestra alimentación.

Lo hacemos y compartimos por que va más allá del sabor, es una labor social que tenemos con los agricultores que pertenecen a nuestra red de proveedores y a nuestros ancestros de no olvidarlos y seguir aplicando lo que nutrió una nación por años.

Cuando algo te apasiona se nota y esperamos tanto Erika como yo que puedas notar todo el amor y cariño que le ponemos a lo que hacemos diario para que puedas recibir en tu mesa una tortilla de cuna de maíz.

Con cariño, Pau Huerta